RSS
Bienvenidos a mi blog, un lugar para reflexionar sobre el cine | Welcome to my blog, a place to reflect about cinema

lunes, 16 de agosto de 2010

LA POCA VERGÜENZA DE UN GALLEGO

Apenas ha pasado una semana desde que el Gobierno dijo que no era para tanto lo de su déficit y que le "sobraban" 500 millones de euros para seguir con las obras de infraestructuras, cuando aparece José Blanco, ministrísimo del Gobierno español, y dice que: “los impuestos en España son muy bajos”. Con esta frase el ministro quiere justificar su intención de llevar a cabo una subida generalizada de impuestos a todos los españoles, porque claro, faltan euros en las arcas del Estado, aunque sobren 500 millones para infraestructuras que nadie sabe muy bien si son o no necesarias.

Podríamos hablar del fiasco del aeropuerto de Ciudad Real que no contentos con haberlo alentado desde el Gobierno Regional de Castilla La Mancha, ahora quieren hacerlo público, cuando los aeropuertos españoles ya son lo suficientemente deficitarios sin un nuevo miembro en la sociedad, miembro que por cierto apenas fleta un avión al día. O el proyecto de un cerro de lineas de AVE que solo servirán para cerrar estaciones y eliminar los trenes convencionales que unen a muchas localidades pequeñas con el resto del mundo, y si no ojo a lo que ha pasado con las lineas de Toledo, Sevilla, etc.

Con una crisis que lejos de desaparecer, cada vez va a más en los bolsillos de los ciudadanos de a pie, un déficit público del 11.2% y unas tasas de paro históricas que ni los Gobiernos de González sufrieron, al señor Balnco lo único que se le ocurre es subir más los impuestos de unos españoles que han visto como la luz o el gas de junio, cuando el IVA era del 16%, se les ha cobrado con un 18% de IVA porque el Gobierno no prevee que esa subida del impuesto más injusto de la historia de Europa afectaría no solo a lo consumido a partir de julio, sino a lo que aun no se había facturado. Subir el IVA, un impuesto que afecta especialmente a las rentas más bajas, y ahora subir el resto de impuestos es lo que este Gobierno parece entender como una "política de izquierdas". Pues que me lo expliquen, porque en mi cabeza no entra que ahogar desde el Ministerio de Hacienda cuando Dios mismo ya está apretando, sea una política que pueda beneficiar en nada ni a la economía de las empresas, ni a la creación de empleo, ni al consumo, ni al ahorro de los paisanos que cobran 1000 euros al mes.

Claro, puede que José Blanco lo esté viendo desde su prisma y cuando se ingresan en torno a 6.000 euros (según el mismo aseguraba en un diario madrileño) tal vez los impuestos sean algo bajos para lo que se recibe, en su caso una pensión vitalicia por haber sido ministro unos cuantos años, mientras que el grueso de la población necesita cotizar durante décadas para poder obtener una pensión que muchas veces no llega a los 1000 euros. A los trabajadores que estando cualificados, ejerciendo una profesión que requiere especialización y que no tiene horarios que muchas veces superan excasamente los 1000 euros, puede que los actuales impuestos sean más que suficientes. No en vano dan para pagar los millonarios salarios de nuestros políticos, que tienen la poca vergüenza de decir que se los han bajado para combatir la crisis. ¡Poco se notan 900 euros menos en la nómina cuando se cobran 6000, señor Blanco!

Esperemos que el señor Zapatero tenga un poco más de coherencia social en este asunto y desautorice las palabras del gallego, algo que tampoco sería muy extraño, porque en este Gobierno parecen estar todos reñidos, con tanto globo sonda y tanto desmentido posterior.

1 comentarios:

J. M. Serrano dijo...

Maquiavelo en estado puro. Todo vale para seguir chupando del bote. ¿Subimos impuestos? Mañana los bajamos. ¿Que no salen las cuentas? Pues pasado mañana creamos otro impuesto.
Lo único que importa es que sigan cobrando lo que cobran y que sigan pagando los impuestos irrisorios que se imponen ellos. Y cuando se acabe la fiesta seguro que alguna empresa, en agradecimiento por los servicios prestados, les coloca en algún puesto y... ¡a seguir chupando del bote!