Que el primer ministro italiano es un personaje en toda regla, sin educación y con los modales de un madril, es algo que ya sabemos todos. Decir que su preparación para estar al frente de un país fundador de la Unión Europea como lo es Italia es más que dudosa, no va a sorprender a nadie. Y que por muy democráticamente que lo haya elegido el pueblo italiano, no deja de ser un mamarracho imprsentable, que presume de su política cuando mantiene una deuda pública que supera ampliamente el 100%. No vamos a descubrir aquí los deméritos de tal personaje, ridículo hasta en sus apariciones en televisión con cientos de kilos de maquillaje sobre su rostro, creyéndose una estrella de Hollywood de los años 50. Pero si que deja de ser sorprendente como nuestro Gobierno permite que tales mamarrachos nos degraden y nos dejen tirados, nos hagan feos y nadie desde Moncloa diga o haga nada. Una cosa es la diplomacia y otra muy distinta ser un calzonazos.
Me refiero a lo sucedido el pasado mes de junio en Italia. Para ubicarnos contextualmente y saber de que estoy hablando, hay que decir antes de nada que tradicionalmente se suele cumplir una norma no escrita, que es la de que ningún presidente o jefe de estado cuando visite al Papa, como jefe del Estado Vaticano, incluya en el mismo viaje una visita al presidente italiano o primer ministro italiano. Se trata de simple cortesía de protocolo diplomático, pues hay que recordar que el Estado Vaticano es una especie de estado "rebelde" que no pudo anexionarse por completo Garibaldi en sus pretensiones de crear una Italia unida, y aunque solo queda de aquellos estados Pontificios una pequeña plaza en medio de Roma, pues sigue escociendo en la Italia del siglo XXI. Así pues nunca se visita al presidente italiano y en el mismo viaje una visita oficial al Estado Vaticano. Nunca nadie lo ha hecho, salvo, claro está, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha tomado por costumbre ya eso de hacer lo que le salga del talante, a pesar de haber sido advertido de tal tradición protocolaria.
Al señor Zapatero le debió parecer que en época de crisis había que ahorrar en viajes oficiales y ya puestos a ir a Roma, pues decidió hacer una visita a Benedicto XVI y después a Silvio Berlusconi. Esto, como se veía venir, debió causar un profundo malestar al Cavaliere, que hizo gala como nunca de su absurdo sentido del humor, mal gusto y poca educación, por no hablar de ausencia total de sentido diplomático, y esperó al primer minsitro español, o presidente del gobierno como lo llamamos nosotros, con el espectáculo bien ensayado. Berlusconi, tras deshacerse en halagos con Zapatero, no quiso irse sin dar la nota y se despidió diciendo algo así como "Tienes la bendición divina ya tienes bastante, así que ahí te quedas". El primer ministro italiano le dijo a Zapatero: "Le despido como se despide a un santo, porque ha recibido la bendición del Papa y está en estado de gracia". Acto seguido se largó dejando a su homólogo español solito en el atril ante los periodistas de medio mundo, con cara de tonto y sin saber que hacer. Todo esto sucedía en junio durante la comparecencia que los jefes de Gobierno italiano y español ofrecieron después del encuentro que ambos han mantuvieron en la capital de Italia. La falta de educación sin gracia del italiano y la estupidez del español no han pasado en absoluto desapercibidas, el diario L'Essentiel titulaba "Belusconi deja plantado a Zapatero delante de la prensa" y dice que "según lo constatado por un reportero de la agencia AFP, El Sr. Zapatero, una vez dejado solo por el Sr. Berlusconi, dio un aire un poco desamparado, y tras unos segundos de duda, salió de la sala para volver minutos más tarde".
Pero claro, de esto, salvo El Mundo y algún otro diario de internet, nadie dijo anda en España, por supuesto las televisiones no emitieron el momento, al más puro estilo franquista, porque no podemos enterarnos de que a nuestro presidente se le hacen esas cosas por ahí fuera y nadie contesta a las provocaciones. Gracias a un amigo me he hecho con las imágenes y os las cuelgo, la verdad es que es lamentable, lamentable la actuación de berlusconi, porque un país como Italia no merece un dirigente así, y lamentable lo del Gobierno Español, porque si nos hacen estas cosas y nos las tragamos sin más, en el mundo a España la van a tomar por el pito de un sereno.
Me refiero a lo sucedido el pasado mes de junio en Italia. Para ubicarnos contextualmente y saber de que estoy hablando, hay que decir antes de nada que tradicionalmente se suele cumplir una norma no escrita, que es la de que ningún presidente o jefe de estado cuando visite al Papa, como jefe del Estado Vaticano, incluya en el mismo viaje una visita al presidente italiano o primer ministro italiano. Se trata de simple cortesía de protocolo diplomático, pues hay que recordar que el Estado Vaticano es una especie de estado "rebelde" que no pudo anexionarse por completo Garibaldi en sus pretensiones de crear una Italia unida, y aunque solo queda de aquellos estados Pontificios una pequeña plaza en medio de Roma, pues sigue escociendo en la Italia del siglo XXI. Así pues nunca se visita al presidente italiano y en el mismo viaje una visita oficial al Estado Vaticano. Nunca nadie lo ha hecho, salvo, claro está, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha tomado por costumbre ya eso de hacer lo que le salga del talante, a pesar de haber sido advertido de tal tradición protocolaria.
Al señor Zapatero le debió parecer que en época de crisis había que ahorrar en viajes oficiales y ya puestos a ir a Roma, pues decidió hacer una visita a Benedicto XVI y después a Silvio Berlusconi. Esto, como se veía venir, debió causar un profundo malestar al Cavaliere, que hizo gala como nunca de su absurdo sentido del humor, mal gusto y poca educación, por no hablar de ausencia total de sentido diplomático, y esperó al primer minsitro español, o presidente del gobierno como lo llamamos nosotros, con el espectáculo bien ensayado. Berlusconi, tras deshacerse en halagos con Zapatero, no quiso irse sin dar la nota y se despidió diciendo algo así como "Tienes la bendición divina ya tienes bastante, así que ahí te quedas". El primer ministro italiano le dijo a Zapatero: "Le despido como se despide a un santo, porque ha recibido la bendición del Papa y está en estado de gracia". Acto seguido se largó dejando a su homólogo español solito en el atril ante los periodistas de medio mundo, con cara de tonto y sin saber que hacer. Todo esto sucedía en junio durante la comparecencia que los jefes de Gobierno italiano y español ofrecieron después del encuentro que ambos han mantuvieron en la capital de Italia. La falta de educación sin gracia del italiano y la estupidez del español no han pasado en absoluto desapercibidas, el diario L'Essentiel titulaba "Belusconi deja plantado a Zapatero delante de la prensa" y dice que "según lo constatado por un reportero de la agencia AFP, El Sr. Zapatero, una vez dejado solo por el Sr. Berlusconi, dio un aire un poco desamparado, y tras unos segundos de duda, salió de la sala para volver minutos más tarde".
Pero claro, de esto, salvo El Mundo y algún otro diario de internet, nadie dijo anda en España, por supuesto las televisiones no emitieron el momento, al más puro estilo franquista, porque no podemos enterarnos de que a nuestro presidente se le hacen esas cosas por ahí fuera y nadie contesta a las provocaciones. Gracias a un amigo me he hecho con las imágenes y os las cuelgo, la verdad es que es lamentable, lamentable la actuación de berlusconi, porque un país como Italia no merece un dirigente así, y lamentable lo del Gobierno Español, porque si nos hacen estas cosas y nos las tragamos sin más, en el mundo a España la van a tomar por el pito de un sereno.
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